Fake news y desinformación

15/11/19

Las noticias falsas o fake news -por su denominación en inglés- son una especie de falsedad articulada, que reside de contenidos pseudoperiodísticos divulgados mediante portales de noticias, prensa escrita, radio, televisión y redes sociales. 

El objetivo de estas son engañar, manipular la toma de decisiones, denigrar o enaltecer a una institución, entidad o persona, para obtener ganancias económicas o rédito político. Además, se las relaciona con la propaganda y la posverdad (mentira emotiva), y son consideradas una amenaza a la  credibilidad de los medios de comunicación y periodistas profesionales.

Las fake news se predican desde la antigüedad, pero su área y velocidad de difusión eran escasas en etapas históricas previas a la aparición de los medios masivos de comunicación. El desarrollo de las TIC’s (Tecnologías de la Información y Comunicación) ha hecho de la divulgación de las fake news y su utilidad para fines políticos, una preocupación global.

En referencia a ello la NYU Stern (Organización de Investigación de la Universidad de Nueva York para Empresas y Derechos Humanos), publicó un informe titulado “La desinformación y las elecciones de 2020: cómo debe prepararse la industria de las redes sociales.” El documento, examina los riesgos y analiza lo que han hecho las principales empresas de medios sociales (Facebook, Twitter y YouTube), para fortalecer su sistema contra la desinformación. 

En el informe se entiende a la desinformación como una categoría amplia de texto o imágenes, ya sean falsas o engañosas, que se difunden de manera intencional o de forma imprudente para engañar, propagar y promover discordia o ganar dinero mediante esquemas clickbait (clickbait: sistema de “anzuelo” para aumentar el tráfico en una página mediante titulares exagerados). Por lo tanto, la organización denomina a esta información como “contenido falso” o “información falsa” y suma una categoría más reducida de desinformación, a la que denominan “contenido demostrablemente falso”, en donde se incita a las empresas a eliminarlo por completo de las redes sociales.

Al respecto, la organización ofrece a las empresas de medios una lista de pasos a seguir, para prevenir la desinformación en las elecciones de 2020.

 

Recomendaciones a las empresas de redes sociales

  • Detectar y eliminar videos profundos. Los vídeos realistas pero fingidos, tienen el potencial de socavar a los candidatos políticos y exacerbar el cinismo de los votantes.
  • Eliminar contenido demostrablemente falso en general. Ciertas plataformas ya eliminan los discurso de odio, la supresión de votantes y otras categorías de contenido; se recomienda que agreguen una categoría más.
  • Contratar a un especialista de contenido. Cada compañía necesita un ejecutivo con influencia para supervisar el proceso de protección contra la desinformación.
  • Atender el problema de desinformación de Instagram. Esta plataforma necesita la atención concertada de su “padre” Facebook.
  • Limitar el alcance de WhatsApp. Los usuarios deben estar restringidos a reenviar contenido a un grupo de chat a la vez.
  • Protegerse contra la desinformación con fines de lucro. Las empresas deben prepararse para el contenido falso, generado por las empresas de armas contratadas. 
  • Apoyar la legislación que regula los anuncios políticos y castiga la supresión de votantes. Proyectos de ley estrechamente adaptados, podrían ayudar a frenar algunas formas de desinformación.
  • Mejorar la colaboración en toda la industria sobre desinformación. Por ejemplo, cuando una plataforma elimina cuentas abusivas, estas cuentas también deberían ser eliminadas de plataformas asociadas. 
  • Enseñar alfabetización en redes sociales de una manera más directa y sostenida. Los usuarios deben asumir la responsabilidad de reconocer el contenido falso, pero necesitan más ayuda para hacerlo.